Los niños y las niñas de 0 a 3 años hacemos pequeñas tareas culinarias. El menú de cada martes consta de arroz integral, lentejas y huevo duro. Dado que en el aula trabajamos con alimentos, en el área de cocina encontramos, precisamente, huevos duros. Así pues, cada niño/a puede pelarse su propio huevo que después, si llega en buenas condiciones a la cocina, será el que se comerá en el almuerzo. Esto los permite dar sentido a su actividad de cocina. Esta es una actividad que se empieza a trabajar desde que son muy pequeños, a partir de 14-15 meses. El acto de pelar un huevo no es nada fácil, puesto que se necesita delicadeza y precisión con las dos manos. Una vez el trabajo está hecho decimos: ¡buen provecho!
Pequeños grandes cocineros

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