Sí, la pasta de sal ofrece la oportunidad de ser manipulada fácilmente. Es blanda y muy maleable. Esta actividad la trabajarán libremente los pequeñines que ya se sientan solos en la silla.
Se acostumbraran a su textura y una vez se hayan familiarizado con ella, volverán a repetir la actividad utilizando utensilios para continuar experimentando.