La función de la parabra es el primer paso hacia la lectura total, es decir, hacia la comprensión lectora.
Consta de tres estadios y cada uno de ellos tiene la función de ayudar a entender que cambiando la posición de una palabra cambia el significado del mensaje.
En el primer estadio, cuando la guía escribe una palabra, puede cometer un error a propósito para enfatizar la función de esa palabra y al mismo tiempo llamar la atención del niño.
El segundo es la transposición, cuando se altera el orden de las palabras. Con eso el niño se da cuenta que el significado ha cambiado o ha dejado de tenerlo.
Y el tercero es simbolizar. Con los símbolos gramaticales se pretende dar al niño una impresión sensorial de cómo las palabras se relacionan entre sí.