Estructurar temporalmente el día a día es importante en las primeras edades, ya que les ayuda a anticipar lo que vendrá, les ayuda a una correcta adaptación y mejora el orden y la autonomía.
Por este motivo prestamos tanta atención a las pequeñas actividades del día a día y también a rutinas como sacar la agenda, lavarse las manos o poner la mesa … hábitos a partir de los cuales el niño va adquiriendo autonomía.
A medida que practican y ven los resultados, se les refuerza la autoestima: por eso es tan importante ser un buen modelo, acompañarlos en su trabajo y ayudarles a crecer como personas.