La sala llena a rebosar, griterío, risas y mucho ambiente. Saludos, apretones de manos, abrazos… y sobre todo muchas ganas de pasarlo bien. Estas eran las sensaciones que se podían palpar en el vestíbulo del hotel AC Bellavista, donde el viernes 24 de Mayo se celebró la cena de graduación de los alumnos de 2.º de bachillerato. Acompañados por sus familias, aprovechaban los minutos previos a la cena para hacerse fotos al «photocall» o charlando con los compañeros. La importancia del momento se detectaba rápidamente tanto en la vestimenta como en el posado e incluso había quienes se hacían los últimos retoques para ponerse correctamente la corbata.
A partir de entonces, el acto fue desarrollándose con varias actividades -a destacar el divertido montaje con fotos de los alumnos y profesores hechas de pequeños que habían intentado repetir unos cuántos años más tarde- mientras que, paralelamente, cada vez más recuerdos empezaban a aflorar. En cambio, los discursos, pronunciados entre plato y plato, pusieron el punto de vista en el futuro.
Finalmente se cerró la velada con la entrega ceremonial de la orla que puso el punto final a una noche muy agradable y que cierra una etapa de la promoción.
Martí Oliver.