La música está considerada como uno de los idiomas universales. Es otra forma de comunicación y como toda forma de comunicación, también nos transmite emociones, sentimientos y cultura. Este lenguaje tiene una forma específica de escritura: las partituras. Una persona que sabe leer partituras podrá leer cualquier partitura del resto del mundo. Igual que el lenguaje, la música ha ido evolucionando y cambiado a lo largo del tiempo. Los prehistóricos empezaron a reproducir música, observando y escuchando los sonidos de la naturaleza. La música está considerada arte, por lo que debemos ofrecer al niño un ambiente rico, musicalmente hablando.
En las aulas de Comunidad Infantil empezamos a trabajar la música desde el minuto cero. La música es un elemento muy completo que usa los dos hemisferios del cerebro. Cuando queramos relajación, tenemos que vigilar que solo haya un estímulo, es decir, música sin letra, para que el niño no se focalice en la letra, con instrumentos sin percusión. Las actividades que realizamos con los niños de transmitir la música las podemos ayudar con movimientos corporales. Debemos también trabajar el movimiento con la música. Otro material para trabajar la música son los instrumentos. Como es lenguaje, podemos aprovechar los instrumentos musicales para trabajar lenguaje (una cesta con réplicas de los instrumentos).
Los instrumentos reales que tengamos en la clase serán de percusión. Como pandereta, xilófono, maracas, tambor pequeño, castañuelas con mango, claves, cascabeles, palo de lluvia, triángulo. No usamos instrumentos de viento porque no están preparados y no es higiénico. Podemos traer un violín y alguien que toque el instrumento. Esta semana, por ejemplo, hemos tenido la suerte de poder contar con George para hacernos un concierto.