Con motivo del día de St. Jordi, algunos alumnos propusieron una iniciativa para intercambiar libros que ya hayan leído.
El funcionamiento de la actividad era muy simple: los niños y niñas llevaban libros y, a cambio, se les daba un vale que, al mismo tiempo, podían utilizar para ir a la parada -libros de la clase- y, una vez seleccionado un libro que les gustara en función de sus gustos e intereses, cambiarlo por el vale.