El objetivo principal de esta práctica es coordinar su cuerpo con la música e interiorizar la pulsación, que es una parte muy importante del ritmo. La mejor manera para conseguir estos objetivos es practicando en grupos. De esta forma, mediante la coordinación de los movimientos y con la ayuda del material, consiguen aprender diferentes ritmos musicales.
Una vez logrado con éxito este objetivo, el próximo paso fue crear su propio ritmo musical picando de manos o bien utilizando algún instrumento de percusión hasta componer una melodía.