De todos es sabido que la necesidad de alimentarse es un elemento esencial para la supervivencia del ser vivo, pero hay un elemento muy importante que va más allá de la cuestión vital que supone la ingesta de alimentos: la educación de los hábitos alimentarios.
Por este motivo en la escuela la preparación del momento de las comidas tiene un valor muy valioso y forma parte de nuestro Proyecto Educativo. Lavarse las manos, poner la mesa, servirnos agua, aceptar la variedad de alimentos, sentarse de manera adecuada, usar los cubiertos o la servilleta, forman parte de nuestra propuesta en el comedor escolar. Igual que en las aulas, en nuestros comedores también disponemos de un ambiente pensado y preparado, para que, nuestros niños y niñas se puedan desarrollar de manera autónoma. A diferencia de los grupos de primaria nuestros alumnos utilizan platos y cubiertos para hacer las comidas y se disponen en mesas de grupos reducidos que les permite compartir de manera placentera el momento de comedor.
El menú de la escuela ofrece la opción de adaptarse a cualquier necesidad, sea puntual o habitual y permite disfrutar de una dieta variada y equilibrada. El control postural de sentarse en una mesa permitirá una buena predisposición hacia el uso de los enseres necesarios. A pesar de que a veces pueden requerir ayuda se les anima a poder hacer uso de los cubiertos para cortar la carne, acompañarse en las últimas cucharadas, así como el empleo de la servilleta para enjugarse cuando es necesario, servirse agua cuando tienen necesidad o masticar de manera cuidadosa.
Comer más allá del proceso alimentario implica poder disfrutar de los alimentos tanto de los que gustan más como de los que nos gusten menos, así como de compartir un rato con los compañeros de manera tranquila es un elemento educativo más dentro de la jornada escolar.
Pero si bien la tarea de preparación del espacio, de los alimentos, el empleo de los enseres… es muy importante también lo es el proceso final de recogida. La recogida es un momento donde pasan muchas cosas. Los alumnos disponen de un espacio habilitado y preparado para la recogida de los platos, la clasificación de los cubiertos para lavar, de los vasos…, pero es en este momento donde también empezamos a hacer el trabajo de reciclaje de los residuos separando los restos orgánicos de las otras y que nos permite seguir el trabajo iniciado a las aulas.
Para acabar limpiamos, barremos y recogemos el comedor para que el espacio pueda quedar bastante limpio y en condiciones para que otros grupos de la escuela lo puedan disfrutar. El rato que estamos en el comedor forma parte también de nuestro día educativo donde compartimos, aprendemos, descubrimos, probamos y nos formamos para poder disfrutar más allá del placer de alimentarse.
¡Buen provecho!