La semana pasada, en clase de castellano, los alumnos de 2º de Bachillerato hemos trabajado un curioso ejercicio sintáctico que cambia totalmente la concepción que los alumnos y las alumnas teníamos. El ejercicio refleja una aparente sencillez que no corresponde con la realidad: «Escribe un enunciado que contenga «X» complementos y que el sujeto sea propio de «X» tipos del pronombre «SE».
Al estar tan acostumbrados a la mecánica sintáctica del análisis en árbol, el proceso de adaptación que los alumnos tenemos que hacer con estos tipos de ejercicios es notable y es aquí donde recae la complejidad de la tarea. El añadido creativo que el ejercicio tiene en comparación con la manera más tradicional de analizar puede resultar laborioso en un principio pero a medida que vas entrando en la dinámica, esta variación se convierte en una manera más entretenida y útil que la primera. Entretenida porque varías a la hora de trabajar la sintaxis, y útil en causa de cómo se refrescan conceptos trabajados anteriormente. Éstos se absorben de una manera más crítica y razonada y, por tanto, más sólida que no a copia de repetir frases en árbol donde no te paras a pensar en los detalles.
Así pues, hay que ver este estilo de retos como una opción más a la hora de llegar al conocimiento de un tema y se puede concluir que si bien al inicio los ejercicios como este pueden parecer difíciles y poco viables, con un poco de práctica pueden llegar a consolidar la teoría a nuestra mente de una manera más crítica y racional que aumentará el valor de la información que hemos adquirido.