El niño llega a un ambiente Montessori ansioso de información. Ya sabe hablar pero ahora perfeccionará el lenguaje que asimiló en los primeros años de vida. El lenguaje lo ayudará en la organización y formación de su personalidad, porque se está construyendo como individuo y como parte del grupo en el que nace. El principal propósito del lenguaje es la construcción de la personalidad.
La expresión a través de la escritura le dará la llave para el mundo a otro nivel de consciencia e intelectualidad. En Montessori la escritura va antes que la lectura: la escritura implica el análisis de la palabra; la lectura implica sintetizar los sonidos para saber qué dice e interpretar.
La escritura es una acción muy compleja que necesita ciertas habilidades. Estas habilidades se dividen en dos categorías: por un lado, se necesitan habilidades físicas de la mano y los dedos, como el control y la coordinación de movimiento, la ligereza, el control de la presión en el instrumento para escribir, la habilidad para trazar la forma de la letra… Por otro lado, se necesitan habilidades psíquicas de la mente, como el análisis de los sonidos que componen una palabra y la visualización de los símbolos (letras) que corresponden a los sonidos. Debemos ayudar al niño a expresarse adecuadamente a través de la escritura, preparando la mano y la mente, para que llegue a la escritura creativa.
Una vez que el niño es capaz de analizar los sonidos de una palabra y de reconocer qué símbolos representan esos sonidos (al menos unas 12-15 letras que incluyan las cinco vocales), puede empezar a escribir cualquier palabra de su mente usando el alfabeto móvil. Este material permite al niño establecer una secuencia de sonidos, ya que el niño analiza y codifica.
El alfabeto móvil ayuda al niño en la exploración y el análisis de su lenguaje y le hace consciente sobre cómo formar palabras con símbolos gráficos. Es una preparación para la escritura e indirectamente también para la lectura que llegará más adelante (cuando el niño empieza a escribir con el alfabeto móvil sólo está formando palabras; aún no está leyendo).