El mes de junio, con la llegada de los primeros calores, los niños de educación infantil se refrescan a las piscinas de nuestra escuela. Además de refrescarnos, las actividades acuáticas sirven para aprender nuevas habilidades como, por ejemplo, familiarizarnos en un entorno acuático además de asumir otras responsabilidades como el buen uso de los utensilios y de las prendas de ropa de cada uno. Es decir, asumir la práctica de vestir y desvestir.