Los niños mayores ayudan a los pequeños en diferentes momentos del día. Lo hacen por iniciativa propia, después de pequeñas presentaciones en las que recordamos la importancia de un gesto amable con aquel que lo necesita.
Es una manera de fomentar el altruismo y de mejorar la convivencia dentro del grupo, entrenando la gracia y la cortesía, habilidades y valores que les acompañarán toda la vida.