Una de las actividades de vida práctica que más éxito tiene en las aulas es la composición de pequeños ramos de flores. Cada martes nos llegan flores frescas y podemos ir componiendo ramos durante toda la semana.
Los niños escogen la flor que más les gusta y el jarrón que más se adecue a estas flores. A continuación, hay que cortar el tallo para adecuarla a la altura del jarrón (utilizando un embudo en caso de que haga falta). Al acabar, también es importante escoger una tela bonita para poner debajo y un lugar concreto del aula donde dejar el ramo.
Cada vez que los alumnos trabajan en esta actividad es una oportunidad para descubrir con más profundidad como es aquella flor. La lupa les ayudará a ver con más precisión sus partes.